"Pasear es un entretenimiento distinguido, burgués, ocioso, elegante...; caminar es más bien algo instintivo, natural, salvaje.Pasear es un rito civil, y caminar es un acto animal. Pasear es algo social, y caminar algo más bien selvático, aunque sea por las calles de una ciudad. El que pasea se imagina paseando, o gusta de observarse según la perspectiva de los otros; el que camina es, en ese sentido, extrovertido, solo le importa el afuera. El que pasea coquetea diciendo que sale a buscarse a sí mismo, a conversar machadianamente con uno mismo, a reunirse consigo mismo, a reencontrarse o reconstruirse...; el que camina tampoco sabe nada pero por lo menos ya ha alcanzado a darse cuenta de que hay poco que escarbar dentro de sí, y rastrea vorazmente el exterior, las calles, los campos, los cielos. [...] Caminar es algo que está decisivamente relacionado con la independencia y con la libertad"."[...] se está redescubriendo que andar, que es la forma más natural y primitiva de desplazarse, puede convertirse en la actividad más luminosa y la más creativa, porque tiene la velocidad humana; parece producir una sintaxis mental y una narrativa propia".Enrique Vila-Matas, El País